El origen de los posibles trastornos en la
adquisición y práctica del lenguaje se encuentra en uno de los dos campos que
intervienen en su producción: el área neurofisiológica y el área psicológica y
de relación con el ambiente. Para aprender un lenguaje lo primero que se quiere
es oírlos. Y si esto es posible como ocurre con la sodera, el resultado es
resultado es la mudez, no porque existen los órganos de reproducción de
sonidos, sino porque no se ha podido activar.
Concepto: es la ausencia del lenguaje en un/a con audición o inteligencia normal.
Se puede identificar en personas que escuchan pero no hablan. No obstante que
gozan de una inteligencia normal, tienen dificultad para comprender y
expresarse.
CAUSAS
·
PRENATALES.
a) Hereditarias
(dominante y recesiva)
b) Familiares.
a) Infecciones
maternas, especialmente de enfermedades virulentas como: rubéola, fiebres
glandulares, influenza e influenza asiática.
b) Deficiencias
nutritivas de la madre, lo que puede deberse a: síndrome de la mala absorción,
beri-beri o diabetes.
c) Productos
químicos y drogas ingeridas por la madre durante el embarazo: estreptomicina,
quinina, salicilatos, talidomida, toxemina prenatal, anomalías endócrinas (cretinismo).
·
PERINATALES.
a) Accidentes
del parto.
b) Enfermedades
hemolíticas debidas generalmente a la incompatibilidad del factor Rh.
c) Nacimiento
prematuro.
·
POSTNATALES.
a) Infecciones
generales de virus y bacterias.
b) Fiebres
específicas (meningitis tuberculosa, meningitis pneumococal o meningococal,
encefalitis).
c) Otitis
media.
d) Traumas
acústicos.
e) Antibióticos
ototóxicos: estreptomicina, neomicina, kana minica.
TRATAMIENTO.
El
especialista que atendería a personas con audiomudez es el audiológo.
Antes
de diagnosticar a una persona con audiomudez, tiene que pasar por procesos
entre los cuáles se encuentran:
I.
Estudios
de audición. Audiometría, potenciales auditivos,
timpanometría.
II.
Clínico.
Cuando el niño se encuentra en una edad entre los 6 y 7 años, se debe efectuar este
tipo de tratamiento, porque es la edad en que todavía los niños pueden
desarrollar su audición y el lenguaje.
III.
Auxiliares
auditivos (aparato). El auxiliar auditivo no es un aparato externo
sino interno, es decir, la persona que usa el aparato lo debe hacer parte de su
cuerpo.
IV. Los
niños que se encuentran en una edad de 8 años en adelante se tienen que tratar
directamente en educación especial, para
aprender el lenguaje manual (lenguaje a señas).
FUNCIÓN
DE LA EDUCADORA
La
educadora juega un papel de suma importancia en la formación profesional y
personal del alumno, y es uno de los actores de la educación que identifica
cuando un alumno presenta una anomalía en su aprendizaje, ésta influida
principalmente por problemas auditivos, de lenguaje y/o aprendizaje.
La
educadora debe actuar con profesionalismo, es decir, informarse sobre los
factores que afectan e influyen en el aprendizaje del alumno, en este caso, nos
enfocaremos en el trastorno de audiomudez.
La
educadora pudiera gestionar apoyo al directivo de la institución escolar, para
que el DIF fuera a canalizar a los alumnos y detectar a tiempo si presentan
algún problema o trastorno del lenguaje, y tomar las medidas necesarias para
tratar estos déficit de aprendizaje, además, la educadora debe cerciorarse con
claridad de qué manera estuviera actuando en su labor como docente con alumnos
con este tipo de trastorno.
Es
preciso, clarificar que no toda la responsabilidad y compromiso se sitúa en la
educadora, para tratar a los alumnos con audiomudez, sino que ésta debe
informar al padre o tutor del problema que presenta el alumno (si éste no ha
detectado en su hijo un problema de lenguaje) y, que por consecuencia afecta su
proceso de aprendizaje.
El
padre de familia tiene la responsabilidad de tratar a su hijo con el
especialista (audiológo), además, de realizar lo que le corresponde en casa
(tareas, práctica constante con el niño, hacer que el niño se esfuerce por
escuchar y hablar), ya que en la edad preescolar todavía se puede lograr un
avance favorecedor en el alumno.
REFERENCIA: “The deaf chil”, de Edith Whentnall. William
Heineman Medical Books Limited. 1964. Página 95.