jueves, 24 de octubre de 2013

DECIBEL (dB)
El decibelio (en España) o decibel (Latinoamérica 3 ), símbolo dB, es la unidad relativa empleada en acústica, electricidad, telecomunicaciones y otras especialidades para expresar la relación entre dos magnitudes: la magnitud que se estudia y una magnitud de referencia.

Un belio equivale a 10 decibelios y representa un aumento de potencia de 10 veces sobre la magnitud de referencia. Cero belios es el valor de la magnitud de referencia. Así, dos belios representan un aumento de cien veces en la potencia, tres belios equivalen a un aumento de mil veces y así sucesivamente. Dicho de otra manera, un lavavajillas que emite un ruido de 50 dB NO es algo más ruidosa, es 10 veces más ruidosa que uno que emita 40 dB y 100 veces más que una de 30 dB.

Nivel de intensidad del sonido.1
200 dB
Bomba atómica similar a Hiroshima y Nagasaki
180 dB
Explosión del Volcán Krakatoa. Cohete en despegue
140 dB
136.6 dB
Récord Guiness de ruido en un estadio2
130 dB
Avión en despegue
120 dB
Motor de avión en marcha
110 dB
Concierto / acto cívico
100 dB
Perforadora eléctrica
90 dB
Tráfico / Pelea de dos personas
80 dB
70 dB
50/60 dB
Aglomeración de gente / Lavaplatos
40 dB
Conversación
20 dB
10 dB
Respiración tranquila
0 dB

jueves, 10 de octubre de 2013

AUDIOMUDEZ
El origen de los posibles trastornos en la adquisición y práctica del lenguaje se encuentra en uno de los dos campos que intervienen en su producción: el área neurofisiológica y el área psicológica y de relación con el ambiente. Para aprender un lenguaje lo primero que se quiere es oírlos. Y si esto es posible como ocurre con la sodera, el resultado es resultado es la mudez, no porque existen los órganos de reproducción de sonidos, sino porque no se ha podido activar.

Concepto: es la ausencia del lenguaje en un/a con audición o inteligencia normal. Se puede identificar en personas que escuchan pero no hablan. No obstante que gozan de una inteligencia normal, tienen dificultad para comprender y expresarse.

CAUSAS
·         PRENATALES.
a)    Hereditarias (dominante y recesiva)
b)    Familiares.
a)    Infecciones maternas, especialmente de enfermedades virulentas como: rubéola, fiebres glandulares, influenza e influenza asiática.
b)    Deficiencias nutritivas de la madre, lo que puede deberse a: síndrome de la mala absorción, beri-beri o diabetes.
c)    Productos químicos y drogas ingeridas por la madre durante el embarazo: estreptomicina, quinina, salicilatos, talidomida, toxemina prenatal, anomalías endócrinas (cretinismo).

·         PERINATALES.
a)    Accidentes del parto.
b)    Enfermedades hemolíticas debidas generalmente a la incompatibilidad del factor Rh.
c)    Nacimiento prematuro.

·         POSTNATALES.
a)    Infecciones generales de virus y bacterias.
b)    Fiebres específicas (meningitis tuberculosa, meningitis pneumococal o meningococal, encefalitis).
c)    Otitis media.
d)    Traumas acústicos.
e)    Antibióticos ototóxicos: estreptomicina, neomicina, kana minica.
TRATAMIENTO.
El especialista que atendería a personas con audiomudez es el audiológo.
Antes de diagnosticar a una persona con audiomudez, tiene que pasar por procesos entre los cuáles se encuentran:
          I.       Estudios de audición. Audiometría, potenciales auditivos, timpanometría.
         II.       Clínico. Cuando el niño se encuentra en una edad entre los 6 y 7 años, se debe efectuar este tipo de tratamiento, porque es la edad en que todavía los niños pueden desarrollar su audición y el lenguaje.
        III.       Auxiliares auditivos (aparato). El auxiliar auditivo no es un aparato externo sino interno, es decir, la persona que usa el aparato lo debe hacer parte de su cuerpo.
       IV.       Los niños que se encuentran en una edad de 8 años en adelante se tienen que tratar directamente en educación especial, para aprender el lenguaje manual (lenguaje a señas).

FUNCIÓN DE LA EDUCADORA
La educadora juega un papel de suma importancia en la formación profesional y personal del alumno, y es uno de los actores de la educación que identifica cuando un alumno presenta una anomalía en su aprendizaje, ésta influida principalmente por problemas auditivos, de lenguaje y/o aprendizaje.
La educadora debe actuar con profesionalismo, es decir, informarse sobre los factores que afectan e influyen en el aprendizaje del alumno, en este caso, nos enfocaremos en el trastorno de audiomudez.
La educadora pudiera gestionar apoyo al directivo de la institución escolar, para que el DIF fuera a canalizar a los alumnos y detectar a tiempo si presentan algún problema o trastorno del lenguaje, y tomar las medidas necesarias para tratar estos déficit de aprendizaje, además, la educadora debe cerciorarse con claridad de qué manera estuviera actuando en su labor como docente con alumnos con este tipo de trastorno.
Es preciso, clarificar que no toda la responsabilidad y compromiso se sitúa en la educadora, para tratar a los alumnos con audiomudez, sino que ésta debe informar al padre o tutor del problema que presenta el alumno (si éste no ha detectado en su hijo un problema de lenguaje) y, que por consecuencia afecta su proceso de aprendizaje.
El padre de familia tiene la responsabilidad de tratar a su hijo con el especialista (audiológo), además, de realizar lo que le corresponde en casa (tareas, práctica constante con el niño, hacer que el niño se esfuerce por escuchar y hablar), ya que en la edad preescolar todavía se puede lograr un avance favorecedor en el alumno.
REFERENCIA: “The deaf chil”, de Edith Whentnall. William Heineman Medical Books Limited. 1964. Página 95.

miércoles, 9 de octubre de 2013


La Hipoacusia es un trastorno sensorial que genera la incapacidad para escuchar sonidos y dificulta el desarrollo del habla, el lenguaje y la comunicación por el daño al oído interno.


La gravedad depende de la intensidad de la pérdida auditiva, la localización de la lesión y el momento de aparición de la misma.

La Hipoacusia pude aparecer en el periodo prenatal como postnatal y hasta en la adolescencia tardía.

La Hipoacusia puede aparecer antes de aprender a hablar, es decir, puede ser prelocutiva.

Puede aparecer después de aprender a hablar, es decir, puede ser postlocutiva.

Puede aparecer cuando se está aprendiendo a hablar, es decir, puede ser pericultiva.

De acuerdo a la intensidad, se clasifica en:

  • Ligera: pérdida de 20-40 dB
  • Media: pérdida de 40-70 dB
  • Severa: 70-90 dB
  • Profunda: superior a 90 dB
Los síntomas son:

  • Los sonidos aparecen demasiado fuertes
  • Dificultad para seguir conversaciones
  • Dificultad para escuchar en áreas ruidosas
  • Dificultad para diferencias la "S" o "H"
  • Las voces se escuchan como murmullo
Tratamiento de la hipoacusia
Existen diferentes tratamientos destinados a curar o mejorar los efectos de la hipoacusia, y su aplicación depende de la etiología y de las características de la lesión.
Las hipoacusias de transmisión tienen un pronóstico bastante bueno, y los tratamientos aplicados actualmente resultan satisfactorios. Las otitis medias habitualmente se curan sin dejar secuelas significativas en más del 95% de los casos; en el tratamiento se emplean antibióticos y mucolíticos, y se colocan tubos transtimpánicos.
Las lesiones tímpano-osiculares, como las perforaciones de la membrana timpánica y las alteraciones en los huesecillos, se tratan con una microcirugía, que tiene éxito en más del 80% de los casos. En los pacientes con malformaciones congénitas se utilizan reconstrucciones quirúrgicas en función de la gravedad de la malformación. Actualmente existen dispositivos implantables electromagnéticos, que actúan como vibradores óseos, con excelentes resultados.
Las hipoacusias de percepción, por el contrario, no cuentan con un tratamiento que cure definitivamente las lesiones, ya que el daño producido a nivel neuronal es irreparable. Por lo tanto, el tratamiento de este tipo de hipoacusias se centra en mejorar la comunicación mediante el empleo de audífonos y de implantes cocleares. Los audífonos son dispositivos electrónicos cuya función es amplificar el sonido que llega al oído. Los implantes cocleares son prótesis auditivas especiales que se colocan realizando una intervención quirúrgica en el oído interno dañado, y sustituyen así su función.